Tan importante como la producción de energía es el consumo responsable de la misma, es decir, si hacemos un consumo responsable y no malgastamos energía, podremos reducir (o no aumentar) la producción de energía eléctrica.
Para ello es importante actuar en todos los ámbitos posibles:
- Producción de energía: mejorando el rendimiento de las centrales y utilizando cada vez más las energías renovables para la producción de electricidad. Utilizando las energías alternativas directamente en los hogares para la producción de agua caliente o electricidad.
- Industrias: mejorando el rendimiento de los procesos para consumir menos energía (realizando un buen mantenimiento de las instalaciones o máquinas, sistemas más modernos y eficientes,...). Aprovechando los residuos para recuperar materiales (reciclado) o producir energía (biomasa).
- Transporte: favorecer el uso del transporte público o colectivo. Desarrollar vehículos de bajo consumo (híbridos, biocarburantes, eléctricos,...).
- Vivienda: Mejorando los sistemas de aislamiento de las viviendas. Instalando sistemas más eficientes de iluminación. Utilizando electrodomésticos de categoría energética alta (A, A+, A++,...) para ahorrar energía. Siendo consumidor responsable (Regla de las 3R).
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